Narrando: "Ese Día"

Otro día mas que me cuesta despertar, tanto que lo logro; de repente un sin fin de pensamientos continuando, los que dormir no me dejaron. Son tantos que me pierdo, tantos que olvido. Cuando logro recordar.

Desayuno música y mate, que aunque haga calor, no puede faltar. Amargo si, no hace falta aclarar. Me asomo por la ventana, quiero ver el Sol pero este, nuevamente me encandilaba; esa Luz, tan fuerte como aquella vez que me choqué contra un macizo concreto.
Dolía, y mucho...

Salgo a caminar, observo caras, alegres y otras tristes; gente sola y otras, melosas. Nadie mira, cada uno en su mundo (será que a nadie le gusta observar). Mientras tanto algo me sigue, no se bien que es, ni quiero saberlo).Sera mi sombra? Me pregunto. Quizá sea un ladrón; de corazones, de almas, de energía. O sera mi amiga que me esta buscando? No creo que lo sea, me gustaría `pero ella, se fue para el Sur, y yo, voy para el Norte. Porque todos van con sus caras alargadas? Estarán esperando algo, que todo explote de una buena vez; que suceda, que pase rápido.
Ya es inevitable...

Encuentro un lugar verde, arboles y pasto, de húmeda fragancia; tan natural. Me conecto con ella y así luego, me encuentro conmigo (que hacia tanto no sucedía).Ya me voy dando cuenta de lo que está pasando. Me hace cosquillas y de a ratos me pica, luego me arde, hasta que me termina doliendo. Alguien me lo había dicho ya, pero no le hice caso. De una forma o de otra, siempre lo supe, pero repito: yo no le hice caso.

Todo encaja uniendo los vértices, es como mirar el Cielo y trazar lineas imaginarias entre esas pequeñas (pero tan grandes) luces. Pequeñas que en su conjunto, son la gran Luz cuando la Luna no está; claro que está siempre, es que a veces se esconde: no se deja ver. Y ya cuando es de día las estrellas la acompañan en su guarida.

Y cuando yo te digo que no veo, es que no veo. No es que no quiera, sino que me quedé ciego. Ni escuchar puedo, me aturdieron. Mucho menos hablar, me dejaron mudo. Del sentir ni hablemos: está de mas decirte que no lucho contra ese sentimiento; como ya dije en otro lado, es una guerra que perdería. Como en el mejor jaque mate hecho por un caballo y su Reina.

Esa Reina, la única, ya sabes: la que no tiene Rey y, solo peones que le sirven a ella.

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