Sinfines de olas entubadas,
me empaparon y me taparon.
Aunque en ese tubo,
el mas puro aire se gozaba.
Único y tan húmedo;
me acuerdo aun cuan
extasiado me sentía.
Su poderosa fuerza,
me pegaba en el centro;
en el interior del cuerpo se sentía.
Ahí donde esta el alma, viste?
Bien guardada siempre
(no siempre tan bien cuidada).
Nunca mas me encontré
con tal rompiente;
ella venía de un deshielo,
de témpanos y glaciares.
Aunque ya su frío no existía...
(mas bien ya hervía de energía)
Espumante e Iodificada,
tan como ninguna que,
curaba toda herida cual se cruzaba.
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