A veces toca escribir a la inconsciencia, y no al inconsciente: me refiero al no estar en estado consciente.
Esto no es malo ni tampoco bueno, un momento cuál disfruto; ya que no solamente logres soltar pensamientos al exterior bajo la tinta en el cuaderno sino que cuando terminé el conjunto de coherencias del estado de la conciencia alterada de la poción de hierbas indígenas; logré llevar es inconsciente subterráneo, y no colectivo hacia la hacia el exterior.
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